La estación de la luz y los cielos descubiertos trae consigo fatiga y agotamiento, dejando huella sobre nuestra piel. Os presentamos las soluciones más punteras para combatir estos indeseables efectos.

Febrero se prepara para decirnos adiós, dando paso al mes dedicado al dios Marte, hijo de Júpiter y de Juno. Los cambios en la luminosidad, las alteraciones en la presión atmosférica o el repentino aumento de la temperatura son algunos de los efectos que nuestro organismo debe afrontar, viéndose en la imperiosa necesidad de adaptarse eficazmente al nuevo contexto. El 56% de las personas reconocen sentirse especialmente cansados cuando llega la primavera, padeciendo falta de concentración y energía entre otros síntomas. El aumento de las horas de sol, el alargamiento de los días o las variaciones en los ritmos circadianos tienen un impacto directo sobre nuestra piel.

Los prodigiosos avances en medicina estética han permitido desarrollar nuevas técnicas para combatir los indeseables efectos que la primavera produce en nuestro organismo. Clínica Vicario, centro de referencia dedicado a la estética desde hace más de 40 años, ofrece infinidad de soluciones adaptadas a las distintas necesidades y requerimientos. Los tratamientos vinculados a la belleza y el bienestar corporal requieren de soluciones individuales y personales, focalizadas única y exclusivamente en el paciente. Las características de la piel de cada individuo son completamente diferentes: grasas, secas, sensibles, moteadas, con manchas… las opciones son tantas como sujetos habitan el planeta Tierra.

Conscientes de la necesidad de examinar y analizar a conciencia cada caso, Clínica Vicario ha desarrollado una fórmula renovada en el ámbito de estudio de la piel. Un diagnóstico cutáneo facial cuyos resultados permiten conocer en profundidad las particularidades de nuestra dermis, dándonos la oportunidad de emprender acciones para combatir los problemas a los que nos enfrentamos. Este innovador tratamiento pone el foco de atención en ocho aspectos esenciales que repercuten en nuestra tez de forma directa: la humedad, la grasa, la textura de la piel, la fibra de colágeno, las arrugas, el pigmento, la sensibilidad y los poros.

La singularidad de cada una de estas cualidades debe ser estudiada de manera pormenorizada, prestando especial atención a todos y cada uno de los aspectos vinculantes, pudiendo obtener conclusiones que conduzcan a cuidados familiares y profesionales efectivos. La toma de fotografías al detalle y su posterior análisis, efectuado por profesionales del sector , unido a las estadísticas y los datos obtenidos a partir de estudios concluyentes en la materia, permitirá al equipo de expertos saber cuál es el remedio más adecuado para cada uno de nosotros. El envejecimiento de la piel, patente en señales perceptibles al ojo humano como las arrugas, se produce al igual que lo hace el envejecimiento humano: de menos a más, progresivamente. Éste incluye, a su vez, los genes del envejecimiento, el envejecimiento natural y el extrínseco; factores que propician la aparición de poros o que inciden sobre la textura de la piel.

Es precisamente por este motivo por lo que resulta imprescindible conocer el estado actual de nuestra dermis, analizar detalladamente nuestro material genético para entender nuestros factores de riesgo y determinar qué cuidados debemos llevar a cabo para remediarlos. Desde el enrojecimieto de la piel o telangiectasia, el cual puede ser congénito o adquirido de diferentes maneras, hasta el bloqueo de poros y la aparición de puntos negros, causantes de un metabolismo anormal, pasando el exceso de grasa y la epidermis seca. El diagnóstico cutáneo impulsado por Clínica Vicario es capaz de averiguar, en términos tangibles y acertados, las peculiaridades y propiedades de nuestra tez.

La piel es el órgano más importante de nuestro cuerpo. Contiene alrededor del 8% del peso del cuerpo y 1/3 de la circulación de la sangre, además de almacenar una cuarta parte del volumen total de agua. Cuestiones como la humedad o la fibra de colágeno, frecuentemente olvidadas o relegadas a un segundo plano, resultan vitales para comprender cómo funciona nuestro organismo; y es por ello por lo que el diagnóstico los descompone e indivualiza para su posterior análisis.

Fotografía: Amaia Niango

En definitiva, esta revolucionaria solución aporta respuesta a cuatro interrogantes esenciales: las causas de cada uno de los síntomas, un asesoramiento personalizado por parte de expertos, un cuidado familiar para poder contribuir a erradicar los problemas que nos perturban, y un cuidado profesional en base a los resultados concluyentes aportados por el diagnóstico. Con el inicio de la primavera, llega el momento de entender, cuidar y mimar nuestra piel, evitando las fatales consecuencias que el ardiente sol estival puede llegar a producir en nuestra dermis.

Vicario cuenta con clínicas en Madrid, Barcelona, Valencia y Mallorca. Centros en los que poder recurrir a las técnicas más punteras en lo que a cuidado estético se refiere, aconsejados y respaldados por profesionales del sector en todo momento.

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