Con este calor, los días más largos y el especial brillo de verano que tenemos en los ojos, nos encanta cenar ligero y al mismo tiempo que tenga un toque veraniego, fresco, vacacional, alegre…
Para todo ello, solo necesitamos un poco de imaginación y realizar una combinación de alimentos adecuada, para no tener carencias nutricionales.
¿Por qué cenar ligero?
A muchas, cuando se les menciona la cena ligera, se imaginan un pepino aliñado, una lechuga con medio tomate… y están completamente equivocadas. Cenar ligero significa que no plantees comer un plato de cocido de garbanzos, un par de pizzas o un pollo entero asado a la parrilla.
Cenar ligero significa cenar hasta que no tengas hambre, pero con mesura y sobre todo aportar vitaminas y minerales. Reduciendo la cantidad de calorías y favoreciendo el sueño de la noche en cuestión.
Por todos estos motivos, en una cena ligera siempre deberá predominar el grupo de alimentos de los vegetales, las frutas y los hidratos de carbono complejos, es decir, el arroz integral, las pastas alimenticias…
Una combinación ideal sería una ensalada veraniega de lacitos, piña, tomate y otras verduras a elegir, aliñado con unas gotas de aceite y acompañado de una tortilla de espárragos, un revuelto de gambitas… Como puedes intuir, nada de frituras, cocidos, asados demasiado condimentados, platos copiosos, salsas muy elaboradas… Todo ello además de hacer que no conciliemos el sueño es probable que no lo lleguemos a quemar, convirtiéndose en reservas de grasa.
